
La luz tenue del cuarto de creación. Las carcajadas, los gritos eufóricos, y el juego electrónico que mantiene despierta nuestra mente, azuzándola a crear, avivando el escenario donde todos, en cada noche de la semana insomne y aburrida (y dormida, gente anestesiada en las casas aledañas)intentamos matar el maldito tiempo, aquél que es capaz de provocarnos ansiedad ante las presiones de las cuales hemos sido víctimas desde que nacimos. ¿La culpa es de nuestros Padres? No los culpo, ellos sólo son parte del engranaje de normalidad. Campana de Gauss y la conchetumadre. Quiero ser distinto, quiero gritar y desgarrarme, mientras bebo desaforadamente y con la avidez de un lactante el zumo que estimula mis conexiones neuronales disfuncionales.
M.M
(Texto dedicado a Roderick, Ricardo y Nicolás)
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